Chivas TV tendrá que pagar a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) 5.6 millones de pesos por contar con cláusulas abusivas en su contrato, sin embargo Claro Video y Netflix también las tienen y no han sido sancionadas.

A principios de agosto se dio a conocer que los usuarios de Chivas TV que estuvieran inconformes con el servicio solamente podrían quejarse a través de un arbitraje en Estados Unidos dejando fuera la intervención de la Profeco.

“Usted acuerda renunciar a su privilegio de recurrir a un tribunal para ejercer o defender sus derechos en virtud del presente contrato”, mencionaba el contrato de la plataforma de Chivas.

La cláusula fue eliminada de inmediato por Chivas TV, pero ya era demasiado tarde: la Procuraduría había empezado procedimientos que derivaron en una sanción anunciada hoy.

Pero si eres usuario de Claro Video o de Netflix, no te has salvado de esta cláusula y otras que vienen en el contrato que consentiste al pagar y usar estos servicios de televisión bajo demanda por internet.

Ambos contratos indican que las controversias, reclamaciones o conflictos se resolverán a través de un arbitraje obligatorio y no en tribunales de competencia general.

Dicho arbitraje “se regirá por el Reglamento de Arbitraje Comercial y los Procedimientos Adicionales para Controversias de Consumidor (en su conjunto, "Reglamento de la AAA") de la Asociación Americana de Arbitraje (AAA)”.

El contrato de Claro Video dice que los usuarios que acepten las condiciones de uso de la plataforma, aceptan que las inconformidades sean resueltas bajo la Ley de Federal de Arbitraje de Estados Unidos y tanto el cliente como DLA, filial de América Móvil, “renuncian al derecho al juicio por jurado, o a participar en una acción de grupo”.

También el contrato de Netflix estipula que al aceptar los términos de uso, el suscriptor queda enterado de que será la Ley americana la que interpretará la cláusula en controversia y el usuario renuncia a un juicio por jurados o acciones colectivas.

Netflix precisa que el arbitraje consiste en recurrir a un “árbitro imparcial en lugar de un juez o jurados, permite un periodo de instrucción más breve que el tribunal y está sujeto a revisión muy limitada por parte del tribunal”.

Además, menciona que estos árbitros pueden ordenar el pago de daños y perjuicios, como lo haría un tribunal.

En tanto, Blim de Televisa sí se rige por las leyes mexicanas y el contrato indica que los usuarios y la empresa se someterán a la jurisdicción de los tribunales competentes de la Ciudad de México, “respecto a cualquier demanda, acción o procedimiento y renuncian expresa e irrevocablemente a cualquier otra jurisdicción que les pudiera corresponder por razón de sus domicilios presentes o futuros o por alguna otra causa”.

Sin garantías

Aunque Cinépolis Klic, que se alió con Chivas TV para transmitir los partidos del equipo tapatío, reembolsará el precio pagado por los usuarios que tuvieron problemas durante el evento, su contrato cuenta con exclusiones y limitaciones.

“Cinépolis no garantiza ni declara que el uso que usted haga del Servicio será ininterrumpido o libre de error, y usted acepta que Cinépolis podrá periódicamente eliminar el Servicio por periodos de tiempo indefinidos, o cancelar el Servicio en cualquier momento, sin necesidad de notificación previa”, dicen sus términos de uso.

Además, indica que los usuarios aceptan que el uso de la plataforma es “bajo su propio y exclusivo riesgo. El Servicio, el Contenido y todos los productos y servicios entregados al Usuario a través del Servicio disponibles en el momento de su uso, son sin garantías de ninguna clase”, indica.

Por si fuera poco, Claro Video y Netflix subrayan que el servicio que ofrecen es “en el estado en el que se encuentran”, con todas sus fallas y sin garantías de ningún tipo.

afcl

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