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Megacable y Axtel podrían usar la Red Compartida siempre y cuando no desplacen a otros competidores pues este recurso va a necesitar de mucha demanda para ser exitoso, consideró Alexander Elbittar, director del Programa a interdisciplinarios de Regulación y Competencia Económica del CIDE.
“Pudieran comprar los servicios de la Red que no constituya un desplazamiento para otros operadores, pero como estamos hoy en día, la Red va a necesitar mucha demanda para que levante”, expuso.
Megacable y Axtel participan en el consorcio Altán como socios locales a través de una serie especial de acciones sin derecho a voto ni influencia en la administración de la Red. Cada uno tiene 4.01%.
Agregó que no hay problema en que tengan participación, pero “la Red Compartida no se puede comprender o no tendría mucho sentido económico si no existiera algún tipo de operador que tenga experiencia en manejar redes de telecomunicaciones”.
Indicó que en este proyecto hay mucho en juego, pues es un recurso muy importante que el Estado no se puede dar el lujo de malgastar, en alusión a la banda de 700 MHz.
Miguel Flores Bernés, abogado experto en competencia de Greenberg Traurig, confió en que estas dos empresas no tendrán influencia en la Red Compartida, como lo resolvió el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
“Mientras no tengan una influencia significativa en el proyecto y se cumplan los lineamientos que se discutieron con el IFT no debe de haber un problema en ese aspecto”.
Flores Bernés espera que haya un seguimiento a las operaciones de la Red. “Si hay declaraciones falsas o algo que no se dijo bien también se puede actuar en contra de estas empresas porque están haciendo una simulación”.
Adjudicación directa, acusa Rivada. El consorcio Rivada calificó como adjudicación directa el fallo de la licitación de la Red Compartida.
En un comunicado, dice que el proceso licitatorio no aumenta la cobertura poblacional en telecomunicaciones.
“La propuesta aceptada por la SCT en un concurso que, en los hechos fue degradado a una adjudicación directa, no aumenta dicha cobertura, ya que los operadores actuales han alcanzado coberturas poblacionales cercanas a 92% sin recibir los beneficios económicos que implica la asignación prácticamente gratuita de espectro radioeléctrico”.
El consorcio Rivada, que fue descalificada del proceso licitatorio por no presentar la garantía de seriedad, indica que su oferta de cobertura era mayor al 92.2% comprometido por Altán.