La petrolera española Repsol obtuvo un beneficio neto de 689 millones de euros (749 millones de dólares) en el primer trimestre del año, 59% más que en el mismo periodo de 2016, gracias, de acuerdo con la compañía, a los planes para impulsar y flexibilizar la actividad en un contexto de precios bajos del crudo.
El resultado de explotación (ebitda) ascendió a mil 844 millones de euros (2 mil millones de dólares) en los tres primeros meses del año, 80% superior al del mismo periodo de 2016, informó la petrolera a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el regulador bursátil español.
La producción de hidrocarburos en el primer trimestre de 2017 superó la que tuvo en los últimos tres meses de 2016, al alcanzar los 693 mil 400 barriles de petróleo equivalentes al día.
En exploración y producción (upstream), Repsol obtuvo un beneficio neto ajustado de 224 millones de euros (243 millones de dólares) en el primer trimestre de 2017, frente a los 17 millones de euros del mismo periodo del año anterior.
En el primer trimestre del año, la petrolera española halló en Alaska el mayor yacimiento de hidrocarburos registrado en los últimos 30 años en suelo estadounidense y, además, alcanzó un nuevo récord de producción en Brasil, tras la puesta en marcha a mediados de diciembre del año pasado del yacimiento de Lapa.
Respecto a refinación, química, comercialización y distribución (downstream), el beneficio fue de 500 millones de euros (544 millones de dólares), 11.2% menos que en los tres primeros meses de 2016.
Por otra parte, la deuda neta de la compañía logró disminuirse en 43.5% con respecto al mismo periodo del año anterior.
En cuanto a su participada Gas Natural Fenosa, el resultado neto ajustado atribuible a Repsol en el primer trimestre de 2017 ascendió a 60 millones de euros (65.3 millones de dólares), 39% menos que en el mismo periodo de 2016, por la menor participación en la compañía desde septiembre de 2016.
También contribuyeron a ese descenso los menores resultados en la comercialización de electricidad, que fueron compensados parcialmente por los de distribución de gas en Latinoamérica, que se beneficiaron del impacto positivo del tipo de cambio.