El consorcio alemán Volkswagen pidió hoy a sus accionistas su apoyo a pesar de los errores cometidos por la cúpula ejecutiva en el escándalo “dieselgate”, la manipulación de los valores de las emisiones de los autos que utilizan ese combustible.

La Asamblea General de Accionistas que se realizó este miércoles en Hannover, y a la que acudieron alrededor de tres mil, transcurrió entre acusaciones, críticas, disculpas y anuncios tecnológicos. Los accionistas sometieron a fuertes críticas a los directivos del consorcio.

El presidente de Volkswagen, Matthias Müller, prometió a los accionistas imponer una nueva economía de ahorro en el consorcio. Sin embargo, el presidente del Consejo de Vigilancia, Hans Dieter Pötsch, lamentó “profundamente” el “dieselgate” pero defendió el pago de los millonarios bonos anuales de los altos ejecutivos.

Declaró que la tarea del consorcio es ahora recobrar la confianza perdida. “Volkswagen está en estos días en su mayor prueba existencial en su historia”, y expresó pesar por el escándalo “que lanza una sombra a esta magnífica empresa”.

Volkswagen quiere convertirse en un modelo de integridad y de aplicación del derecho, dijo. Sin embargo, Volkswagen está por lo pronto lejos de alcanzar ese nivel y esa imagen. Los accionistas lanzaron críticas contra los directivos.

Pötsch se pronunció en favor de que los accionistas acepten que la anterior cúpula directiva sea relevada de su gestión de negocios y que apoyen a la actual. Eso significa que los accionistas aprueben el reporte de negocios de la cúpula saliente, que presidió Martin Winterkorn.

Pötsch dijo que ese paso es indispensable para poder llevar a cabo un nuevo comienzo. Expresó la opinión de que el consorcio está ahora “en buenas manos” con la actual cúpula directiva.
Pidió asimismo a los accionistas comprensión por no estar aún listo el reporte de medio término del escándalo del “dieselgate”, que tenía que haber sido presentado en abril.

Argumentó que eso se debe a que es necesario guardar consideración respecto a las negociaciones que se llevan a cabo con las autoridades de Estados Unidos. Dijo que por eso no se pueden sacar a la luz pública los detalles de la ínvestigación.

Fue en ese país donde el año pasado se descubrió que Volkswagen había incorporado en el software de sus autos diesel una función para falsear el volumen de emisiones, haciéndolo parecer menor al real.

La cúpula directiva saliente también tiene como integrantes a Hans Dieter Pötsch, presidente del Consejo de Vigilancia, y al actual presidente del consorcio, Matthias Müller. Varios representantes de accionistas gestionaron que se niegue el descargo de la cúpula directiva saliente.

La Asociación Alemana de Protección para la Propiedad de Valores Bursátiles, por su parte, demanda una investigación especial independiente del escándalo de las emisiones de diesel.

Volkswagen está en medio de la crisis más grave de su historia y confronta multas que aún no han llegado a su tope, innumerables demandas y la obligación de asumir los costos de la corrección del programa automotriz que mide las emisiones de diesel.

Las cosas van mal: la Central Federal de Vigilancia Financiera en Alemania acusó a toda la directiva saliente de manipulación de los mercados bursátiles, según trascendió ayer. Los altos ejecutivos que aún ocupaban sus puestos en septiembre del año pasado habrían dado a conocer en forma tardía la información sobre la manipulación.

Esa información es considerada como muy sensible porque habría puesto sobreaviso a los accionistas de que se aproximaba al consorcio una catástrofe que iba a golpear con fuerza sus valores bursátiles.

El factor que es decisivo para finalmente descargar a la anterior cúpula está en manos de los dos familias que son las mayores accionistas del consorcio, la familia Piech y la Porsche. A ellos se suman el gobierno del estado de Baja Sajonia y el Emirato de Qatar. Entre todos ellos tienen el 52 por ciento de las acciones del holding.

Al parecer se inclinan en favor de descargar a la directiva anterior. De acuerdo a trascendidos, esas dos familias estaban originalmente en contra de que se pagaran los bonos millonarios para los altos ejecutivos y que corresponden al 2015. Ahora no está claro cual es su posición en ese sentido.

erp

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