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La finca cafetalera de Lourdes Santos en Tapachula, Chiapas, estaba en crisis a inicios de 2010, sus 60 hectáreas destinadas a cultivar café arábigo no lograban generar los recursos mínimos para su mantenimiento. Fue entonces cuando escuchó de un ingeniero de Nestlé que visitaba su comunidad para promover un programa de desarrollo de viveros con plantas de café mejoradas y más productivas.
Tras reuniones con personal de Nestlé y funcionarios del municipio, Lourdes se integró a Plan Nescafé, una iniciativa de apoyo a productores ubicados en Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Puebla, que en los últimos cinco años invirtió 250 millones de pesos y planea mantener el mismo ritmo de inversión hacia 2020, lo cual sumará en total 500 millones de pesos.
Hoy la finca de Lourdes produce 100 toneladas anuales de café robusta y el plan es llegar a las 300 toneladas en dos años. Nestlé compra a un precio entre 16 a 20 pesos el kilogramo del insumo, según la cotización del commoditie en la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE, por su sigla en inglés), y además otorga un pago adicional de 50 centavos por cumplir estándares de calidad.
“Hasta hoy hemos impulsado el desarrollo de más de 32 mil cafeticultores, aumentando su productividad y la compra de sus cosechas. También hemos entregado 14 millones de plantas a los productores mexicanos sin ningún costo”, dijo Marcelo Melchior, presidente de Nestlé México.
Al paso del tiempo, no todos los productores lograron mantenerse en el programa de Nestlé. Lourdes recuerda el desinterés de otros compañeros. Para llegar a sus metas, la mujer chiapaneca solicitó un préstamo al Fideicomiso de Riesgo Compartido (Firco), pagó el costo de su pasaje para asistir a un diplomado gratuito en el Tecnológico de Monterrey y tuvo que mejorar su habilidad administrativa.
“No es filantropía, queremos que la inversión beneficie al campo y queremos tener mejor calidad del café. Cada año Nestlé compra 70 mil toneladas de café mexicano e importamos 18%, la idea es llegar a comprar 100% en México en cinco años, pero depende de muchos factores”, comentó Philipp Navratil, vicepresidente de café y bebidas de Nestlé.
Entre los objetivos de Nestlé está la reducción del costo de las importaciones y generar eficiencias en sus operaciones, ya que el año pasado se estima que importó hasta 800 mil sacos de café robusta de Vietnam, según el Comité Nacional Sistema Producto Café, un organismo no gubernamental representante de la cadena productiva de este insumo.
Demandan más recursos. Las plantas de café robusta entregadas por Nestlé a los productores tienen una mayor productividad y resistencia a enfermedades en comparación con una planta común; sin embargo, la empresa asegura que estas plántulas no son transgénicas sino que fueron creadas en un proceso de selección natural acelerado denominado embriogénesis genética.
“Este tipo de proceso es legal, no hay afectación y no es transgénico, quiere decir que manejan un derivado de la hibridación genética, mezcla de diferentes plantas, porque en México hay una limitante para cultivar transgénicos”, dijo por separado Jorge Soriano, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Cruz José Argüello, productor de café y representante no gubernamental del Comité Nacional Sistema Producto Café, reconoció la labor de Nestlé y otras empresas como Starbucks en el sur del país, pero consideró necesario dimensionar el impacto del apoyo empresarial al campo, donde el beneficio es mínimo porque existen más de 511 mil productores de café a nivel nacional.
“Reconozco el apoyo, pero que tampoco se diga que ayudan en todo, en algunos casos dan plantas de calidad pero también ven por su negocio. Para mí es un apoyo dentro de lo normal, pero con esto no salen adelante las familias, se les agradece, pero no es nuestra salvación”, aseveró.
Mantiene crecimiento. En medio de sus planes de inversión, Nestlé México ha implementado diferentes iniciativas para resistir la desaceleración en el consumo como mejoras en distribución, formatos y precios, aunque ahora sus planes prevén que el crecimiento del próximo año sea semejante a 2015, explicó Marcelo Melchior, director de la empresa.
“Estamos dentro de los planes de crecimiento, la economía ha reaccionado mejor que los años anteriores y hemos estado implementado estrategias que han dado resultados. Estamos relativamente satisfechos. Creceremos”, dijo el directivo.
Las remesas y la apreciación del dólar frente al peso son parte de los factores que han compensado las ventas de la multinacional de origen suizo, mientras que existe un efecto neutro en términos de exportaciones, por lo que la empresa no prevé un incremento en precios en el corto plazo.
“Algo que favorece al consumo interno en México es el desempeño de la economía estadounidense, el cual ha provocado un flujo de remesas favorable y esas divisas rinden más en pesos. Por otro lado, hay impacto variable en materias primas, unas suben y otras bajan; por ahora no pensamos en subir precios”, indicó.