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Una quinta parte de localidades incorporadas al programa Pueblos Mágicos no cuenta con ni siquiera una sucursal bancaria, lo que repercute en la comodidad del turista para gastar más y además impide que se pueda desarrollar a plenitud la actividad económica en la comunidad, de acuerdo con especialistas.
El programa tiene 15 años de operar y hoy incorpora 111 destinos, donde habitan 5.5 millones de personas, aunque en 21 no se tenía instalada ninguna sucursal bancaria a agosto de este año, de acuerdo con información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y la Secretaría de Turismo (Sectur).
El director de la Facultad de Turismo y Gastronomía de la Universidad Anáhuac, Francisco Madrid, opinó que hay dos condiciones a tomar en cuenta sobre la necesidad de un banco en un Pueblo Mágico.
Una condición tiene que ver con la comodidad del turista, lo que apela a la conveniencia de que haya una sucursal, mientras que otra tiene que ver con la esencia misma de un pueblo según su población.
Expuso que hasta 2010 existía un esquema de incorporación al programa Pueblos Mágicos más selectivo y cuidadoso, pero entre 2011 y 2012 “se perdió esa selectividad y cuidado”.
Se añadieron 35 comunidades al programa tan sólo en 2012 y nueve en 2011, de acuerdo con la Sectur.
“El final del sexenio de Calderón puso en riesgo el programa, porque muchas de las localidades que se empezaron a incorporar no satisfacían los requisitos de incorporación”, opinó el especialista.
La actual administración ha dado distintivos sólo en 2015, con 28 nombramientos, pues no asignó en 2013, 2014 y tampoco este año.
Madrid consideró que el gobierno ha sido prudente y dijo que corresponde a la Sectur apretar las tuercas y depurar la lista, si es necesario.
“El número de Pueblos Mágicos es demasiado, sólo deberían estar aquellos que cumplan con los lineamientos. Si sobran 20 o 30 localidades, habría que valorar el procedimiento para invitarlos a que cumplan los requerimientos o que se retiren del programa”, opinó.
Desarrollo a medias. Por su parte, el director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, José Luis de la Cruz, opina que la actividad económica en los pueblos no se puede desarrollar a plenitud sin sucursales bancarias.
“La falta de una sucursal restringe la posibilidad del turista de gastar más y limita la capacidad de financiamiento de sus habitantes y el desarrollo de sus comunidades”, consideró.
De la Cruz expuso que una sucursal bancaria es parte del proceso de bancarización en México, una consecuencia natural del desarrollo.
Programa exitoso. El mes pasado, el titular de la Sectur, Enrique de la Madrid, afirmó que el distintivo Pueblos Mágicos es uno los programas más exitosos del gobierno, debido a que revaloriza la riqueza y patrimonio cultural y natural de las pequeñas poblaciones del país, expandiendo el desarrollo y bienestar en las comunidades receptoras del turismo.
Anticipó el nombramiento de 10 nuevos Pueblos Mágicos el siguiente año, pero aseguró que va a reforzar los lineamientos de las convocatorias.
El programa establece el cumplimiento de criterios específicos de incorporación y permanencia, los cuales están publicados en el Diario Oficial de la Federación, pero ninguno establece la necesidad de mínimo una sucursal bancaria.
En 2014, la Sectur presentó nuevos lineamientos generales para la incorporación y permanencia al programa Pueblos Mágicos con el propósito de incrementar la competitividad de las entidades que lo conforman.
Para que un Pueblo Mágico pueda mantener su status, se deberá someter a una revisión anual coordinada por la Dirección General de Gestión de Destinos de la Sectur, que incluye la evaluación del desempeño del desarrollo turístico-económico.
El turismo se consolidó como uno de los principales motores de la economía mexicana, al representar 8.5% del Producto Interno Bruto (PIB).
El Estado de México y Puebla tienen cada uno nueve Pueblos Mágicos, siendo las entidades con más localidades incorporadas al programa, seguido de Michoacán con ocho y Jalisco con siete.