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Los economistas que generen pronósticos bajo supuestos no realistas pueden perder su prestigio y credibilidad en el gremio profesional.
Por primera vez en 60 años de vida de la Federación de Colegios de Economistas de la República Mexicana, se aplicará un Código de Ética que impida el conflicto de interés y la generación de estimaciones sin fundamento.
La presidenta de la federación, Soraya Pérez Munguía, dijo que lo que más se le cuestiona a un economista es precisamente uno de los principios básicos del nuevo código que pretende elevar la calidad de esta profesión.
“Eso es de lo que más se le critica a un economista [el que no se le atine a las metas de crecimiento económico], los supuestos cambian todos los días, es una proyección y cambian en todo momento. Es una fotografía de hoy con las condiciones actuales; como en economía todas las variables se mueven permanentemente, en el siguiente análisis hay que ver cómo se dieron las condiciones y los supuestos que manejamos”, explica.
Soraya es una tabasqueña que representa a 3 mil 500 economistas del país agrupados en la federación, de los cuales 15% son mujeres. Trabaja como funcionaria y se encarga del patrimonio inmobiliario federal al presidir el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales.
Afirma que la federación es un organismo plural sin afiliación partidista, ni credo ni corriente económica. Hay de todo, servidores públicos y privados, y economistas independientes.
A esta federación por lo general se le relaciona con un partido político, pero aclara que es la Liga de Economistas Revolucionarios la que está sectorizada al PRI, una organización diferente a la que ella encabeza.
En conversación con EL UNIVERSAL, habla sobre si es verdad que los economistas están de moda, de su importancia en la sociedad y por qué deben tener sentido del humor, pues una conductora de televisión le dijo que “es la antesala de la inteligencia”.
“Estuvimos muy de moda, parte de la tarea de la federación es armar un documento de identidad del economista, porque contrario a lo que se piensa de que están de moda, la carrera de economía está teniendo poblaciones decrecientes. Hay cada vez menos muchachos que quieren entrar”.
Es una falta de identidad, explica, porque el economista tiene una formación muy genérica y no se entiende cuáles son los nichos de oportunidad laboral. Por eso están elaborando un documento de identidad y nichos de oportunidad laboral para que puedan entender la importancia y eso también es para los agentes económicos.
Según estadísticas de la Secretaría de Educación Pública (SEP), están afiliados entre 2% y 3% de los economistas egresados en el país a la federación.
Por esa razón Soraya dice que han estado muy involucrados en la afiliación obligatoria, no por tener más miembros sino porque de esa manera se le da certeza a la ciudadanía cuando se contrata un servicio profesional.
Tarjeta roja. En el caso de los economistas, Munguía dice que ahora la federación que preside tiene facultades para sancionar a los que no actúen profesionalmente o en pocas palabras, les van a sacar tarjeta roja.
“Cuando hay una queja sobre el código de conducta profesional de un economista, es acudir a la federación y la comisión de honor y justicia revisa el expediente y puede quitarlos del colegio. Es una tarjeta roja muy fuerte cuando algún economista infringe algunas de las reglas de ética o de conducta de la profesión”, pondera.
Apenas iniciaron en 2015 con el Código de Ética y lo están promoviendo entre los egresados. Hasta ahora no ha habido ninguna sanción.
Con el código se vigila que no incurran en algún conflicto de interés. Otro principio fundamental es que los economistas están obligados a buscar la mayor información para generar un resultado y que cuando hagan un pronóstico sea bajo supuestos reales y no que el que un promotor desea.
Según la SEP, hay 35 colegios en el país: sólo 24 están federados con presencia en 17 estados; en la Ciudad de México hay tres, y en Oaxaca y Guerrero hay dos en cada entidad.
