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Los bancos privados asignan crédito a velocidades históricas; sin embargo, éstos se siguen concentrando en las entidades con las economías más grandes, es decir, la Ciudad de México y Nuevo León.

El crédito bancario aumentó cuatro veces más rápido, un 46.3% en la primera mitad del año con respecto al periodo similar de 2015, cuando entonces se incrementó 11.4%, una vez descontada la inflación.

Se trata del mayor crecimiento desde que hay registro comparable, a partir del primer semestre de 2004, de acuerdo con datos del Banco de México (Banxico).

La información disponible incluye los sectores público y privado, así como entidades financieras y no financieras, además, excluye créditos al consumo y vivienda, es decir que contiene solamente préstamos a empresas e intermediarios.

El crédito en la Ciudad de México tuvo un repunte real inédito de 68.3%, después de elevarse 14% en el mismo semestre del año pasado. Ello significa que creció cinco veces más rápido en los últimos 12 meses.

Los capitalinos se reparten más de la mitad del saldo de la cartera de crédito vigente otorgado por la banca, seguidos de los nuevoleoneses, mexiquenses y jaliscienses.

El financiamiento bancario en Nuevo León registró un crecimiento sin precedentes de 51.1% en la primera mitad de 2016, luego de aumentar 15.8% hace un año.

En el caso de Jalisco, el crédito bancario también triplicó su crecimiento, mientras que en el Estado de México repuntó, luego de haber disminuido el año pasado.

En cambio, en Tlaxcala, que representa la economía más pequeña del país, se reportó un desplome real de 21% en el saldo de crédito, el más pronunciado en cinco años.

En Coahuila también se registró una disminución de 2.8% con respecto al mismo semestre de 2015, la más severa en dos años.

Financiamiento a empresas propició aceleración. Para Alejandro Cervantes, economista senior de Banorte, la aceleración del crédito bancario se debe al mayor financiamiento a empresas y a los préstamos entre instituciones financieras, así como operaciones con el sector público.

Sin embargo, destacó la evolución del financiamiento total, es decir, considerando créditos al consumo, vivienda y empresas, que muestra la recuperación del gasto interno y se refleja en mayor demanda crediticia por parte del sector privado.

El economista de Banorte opinó que los bancos privados son estimulados a otorgar más préstamos por la mayor competencia en el sector que propicia la implementación de la reforma financiera.

Alejandro Cervantes consideró que el mayor crédito también se debe al dinamismo del empleo formal en los últimos meses por la implementación de la reforma laboral.

“Es exitosa en lograr una mayor transición de trabajadores hacia el sector formal, lo que se refleja en el crecimiento de créditos de nómina y de bienes duraderos”, puntualizó el analista de Banorte.

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