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Petróleos Mexicanos (Pemex) detalló que realiza inversiones por 282 millones de dólares entre 2014 y 2016 para su sistema de control y adquisición de datos (SCADA) en 47 ductos, el cual está diseñado para detectar cualquier descenso de presión en los ductos, con el objetivo de identificar y prevenir tomas clandestinas.
De hecho, al cierre de 2015 se colocaron 203 válvulas de aislamiento al sistema SCADA y se pretende la integración de las restantes 176 válvulas de aislamiento para noviembre de 2016, lo que va a permitir detectar y sellar una mayor cantidad de tomas.
Información entregada por la subdirección de Producción de Campos de Gas no Asociado de PEP, vía IFAI, con fecha del 16 de junio de 2016, señala que tan sólo para la seguridad de la cuenca gasífera de Burgos se han invertido 2 mil 616 millones de pesos en los últimos 14 años.
Parte de las estrategias de seguridad en instalaciones de Pemex involucra inspecciones de derechos de vía y las instalaciones a través de 10.8 millones de kilómetros patrullados en 2015 (un mismo kilómetro puede inspeccionarse más de una vez), para un promedio de 29 mil 317 kilómetros por día por vehículos y 306 kilómetros por día a pie, comparado con los 26 mil 588 kilómetros por día por vehículos y 593 kilómetros al día a pie durante 2014.
Estas actividades de vigilancia se llevaron a cabo en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina Armada de México y otras autoridades.
Sin embargo, el número de vehículos detectados en la participación del mercado ilícito de combustibles pasó de 3 mil 187 en 2014 a 4 mil 907 en 2015, un aumento de 54%.
El año pasado, según su informe anual, Pemex presentó 7 mil 151 denuncias penales con relación al mercado ilícito de combustibles y las tomas clandestinas, superior en 22.4% en comparación con las 5 mil 842 denuncias penales durante 2014.
A pesar de ello, el número de individuos presentados ante las autoridades judiciales con relación al mercado ilícito de combustibles se redujo de mil 381 a mil 154 en esos dos años.
A pesar de esta situación y como parte del nuevo esquema de negocios de la empresa productiva de Estado, la empresa subsidiaria Pemex Logística inicio una campaña para ofrecer su red de ductos a los inversionistas privados, con el propósito de que puedan transportar toda la gama de hidrocarburos a los que van a tener acceso con la apertura del sector, desde productos elaborados dentro del país como los de importación.
En su página web, la filial señala que dispone de “la mayor cobertura del territorio nacional con infraestructura especializada y certificada”.
“Entendemos las necesidades y oportunidades de negocio de cada cliente, por ello ponemos a su disposición la más amplia y eficiente red de ductos en el territorio nacional, con una longitud operativa superior a los 10 mil kilómetros (conformados por 48 oleoductos, 78 gasoductos, 11 gasolinoductos y cuatro oleogasoductos) para la transportación de hidrocarburos, petrolíferos y petroquímicos con garantía de abasto oportuno.
“La infraestructura de transporte por ductos está conformada por 13 sistemas a lo largo del país”, agrega.
Dado que el problema ha ido en aumento y con el objetivo de reforzar la seguridad de su infraestructura de transporte de combustibles, Pemex anunció en febrero de 2015 su plan de pruebas para empezar a transportar únicamente gasolina y diesel sin terminar, a través de sus ductos.
Al transportar combustibles en este estado, en el que aún no son adecuados para su uso en vehículos automotores y plantas industriales, Pemex espera minimizar el incentivo para intervenir ilegalmente sus tuberías.
El tratamiento final a estos combustibles se va a llevar a cabo en las instalaciones de almacenamiento de Pemex antes de su entrega.
El 12 de enero de 2016, la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos fue publicada en el Diario Oficial de la Federación, junto con varias reformas a las leyes relacionadas.
Esta nueva ley y las reformas establecen penas adicionales por la perforación ilegal de tuberías, el robo de hidrocarburos y la alteración de sistemas de medición de hidrocarburos, entre otros. Pero no todo avanza ni da los resultados esperados.
