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El Banco de México (Banxico) alertó que persiste el riesgo de una depreciación desordenada del tipo de cambio que puede darse ante el deterioro del entorno global, por lo que se debe procurar que el mercado cambiario opere con las condiciones adecuadas de liquidez.
Uno de los integrantes de la Junta de Gobierno del banco central del país manifestó que pese a la baja inflación, el curso de la tasa de interés en los próximos meses puede ser al alza, porque todavía hay espacio para un aumento sin afectar significativamente la actividad económica.
De acuerdo con la más reciente minuta sobre la decisión de política monetaria, celebrada el pasado 5 de mayo, y a la que asistió el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, se acordó por unanimidad dejar en 3.75% la tasa de referencia.
Según el documento difundido por el banco central, cuatro de los cinco integrantes con voz y voto advirtieron que existe la posibilidad de que el entorno internacional presente un deterioro que provoque una depreciación desordenada del tipo de cambio y que ésta pueda afectar en mayor grado a la inflación general.
Ayer, en ventanillas de Banamex, el dólar cerró con una cotización de 18.70 pesos, su mayor registro desde el pasado 16 de febrero.
Uno de los integrantes de la Junta de Gobierno aseguró que ese es el principal riesgo para la inflación, en tanto que otro alertó que dicha amenaza puede aumentar las expectativas de inflación, pues señaló que el traspaso de la depreciación cambiaria a los precios al consumidor puede provenir de efectos no lineales como los observados históricamente en otras economías ante depreciaciones significativas de sus monedas.
La mayoría de los presentes coincidió en que el Banco de México, al conducir la política monetaria, enfrenta un entorno muy complejo, lo que revela la importancia de evaluar cuidadosamente la respuesta adecuada y, en especial, que se procure que ésta siga contribuyendo al anclaje de las expectativas de la inflación.
Apoyo a inflación. Algunos de los integrantes ponderaron que los riesgos para la inflación pueden materializarse independientemente de las acciones de la Reserva Federal en Estados Unidos, por lo que la política monetaria en México debe estar lista para actuar de manera oportuna y flexible para contrarrestar cualquier obstáculo que ponga en peligro la consolidación de la convergencia de la inflación al objetivo permanente de 3%.
En este contexto, uno afirmó que a pesar de la baja inflación en México y la perspectiva de una brecha del producto negativa en el horizonte de influencia de la política monetaria, el curso más probable para la tasa de interés en los próximos meses es al alza.
Explicó que el Banco de México cuenta con espacio para aumentar la tasa de referencia sin afectar significativamente la actividad económica, pues las condiciones monetarias están relajadas como resultado de la depreciación del peso.
Otro alertó que no debe prevalecer la actitud complaciente pese a buenos resultados en inflación y el cumplimiento del mandato del banco.
Todos coincidieron en que el balance de riesgos para la economía y la inflación no cambió respecto a la reunión anterior.
Pero tres, alertaron que el reto es asegurar la implementación adecuada de las acciones que tomaron la Secretaría de Hacienda y el Banco de México, el pasado 17 de febrero.
Consideraron necesario estar preparados para adoptar medidas adicionales en caso de ser necesario, para alcanzar las metas fiscales.