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maria.saldana@eluniversal.com.mx
México no puede “desconectarse” de expectativas “poco optimistas” sobre el entorno mundial, ni del nerviosismo que genera la posibilidad de que Reino Unido se separe de la Unión Europea, dijo la directora de gabinete de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Gabriela Ramos.
“México no es inmune, responde a una dinámica mucho más vinculada al desempeño de la economía estadounidense, que a su vez está vinculada a la británica y a la economía europea. Simplemente estamos añadiendo retos, obstáculos y complicaciones al escenario de recuperación”, añadió para EL UNIVERSAL.
Pero aunque el país no puede desvincularse del mundo externo, debe trabajar en revertir las vulnerabilidades que arrastra desde hace años, como el bajo nivel recaudatorio y los niveles de contribución de los recursos petroleros al gasto público.
Advirtió que pudiera decirse que entre las “grandes debilidades” del país está el hecho de que el gasto público depende aún de los ingresos petroleros. En tanto, persiste la vulnerabilidad de que la recaudación tributaria de México como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) es una de las más bajas entre los países de la OCDE. A pesar del incremento de ingresos tributarios que generó la reforma hacendaria, los niveles de recaudación son “muy limitados”.
“El tema más importante es justamente seguir incrementando la recaudación, porque sigue siendo muy baja con respecto a los países de la OCDE”, mencionó.
“Debiera crecerse a 5%, pero estamos entre un 2% y 3%. Además la recaudación es de 20% respecto al PIB, mientras que el promedio de la región es de entre 35% y 40%”.
Ramos descartó que el crecimiento de la deuda pública de 33.9% a 45.5% como proporción del PIB entre 2012 y el primer trimestre de 2016 sea un elemento de preocupación, porque considera que el gobierno ya implementó medidas que “equilibran” esa situación, además de que se cuenta con reservas internacionales.
Respecto a los recortes presupuestales que anunció el gobierno para este año y 2017, dijo que son “decisiones responsables y difíciles, que se hacen para mantener la confianza y sustentabilidad de las finanzas en el mediano y largo plazo”.
Para la también sherpa del G20, la economía mexicana ya no es petrolizada, pues ahora es una nación manufacturera, aunque la dependencia de los petroprecios sigue afectando.
México se va a seguir posicionando para atraer inversiones, afirmó, pero debe trabajarse en que haya certidumbre. “Hay que seguir haciendo la tarea, hay que generar un crecimiento incluyente, donde se cree un círculo virtuoso, donde los grupos con mayor desventaja logren acceder a un mayor bienestar”, planteó.
Además, comentó que hay avances como la aprobación e implementación de las reformas, las cuales se lograron a pesar del contexto global y en momentos en que muchos países no han logrado hacerlas.
Sin embargo, Ramos expuso que las reformas toman tiempo e incluso algunas enfrentan dificultades, como el hecho de que en momentos en que se llevaban a cabo las rondas de licitación de los campos petroleros bajaron los precios del petróleo, pero aun así tienen un impacto positivo en la percepción de los inversionistas.
Al referirse al entorno mundial, dijo que a “México no lo puedes desconectar de un contexto global que tiene expectativas tan poco optimistas en torno a la dinámica económica”.
A nivel internacional el impacto de la crisis financiera del 2008 todavía tiene secuelas que no permiten avanzar hacia una recuperación sólida. Aunque parecen eventos separados, los acontecimientos que generaron la problemática internacional están conectados a los actuales.
China dejó de consumir a los niveles de años pasados, Brasil tuvo problemas por la caída de los precios de las materias primas y, “en general hay problemas porque no hemos recuperado los motores de crecimiento económico globales”.
En México se han tomado medidas y se estabilizó el crecimiento de la deuda, además de que se han implementado acciones respecto al marco de la macroeconomía, de manera que “no me preocuparía en absoluto la deuda pública”, aseguró.
Ramos agregó que el mayor riesgo que enfrenta la economía mundial hoy es la posibilidad de que el Reino Unidos se separe la Unión Europea.
“Lo menos que el mundo necesita ahorita es una salida del Reino Unido”, dijo, porque eso añadirá otro obstáculo, nerviosismo, retos y preocupaciones a la economía global en el corto, mediano y largo plazo.
El impacto que dejaría una decisión como esa sería negativo, e implicaría una carga adicional para la débil recuperación, a la falta de confianza y a la incertidumbre.
“Creo que va a prevalecer la sensatez (de los británicos), pero hay nerviosismo por ello, y hay un factor de incertidumbre. Los inversionistas necesitan certidumbre”, aseveró.
El “cáncer”
La corrupción es el cáncer de México y para terminarla es necesario que se impongan sanciones y se atiendan riesgos estructurales con un enfoque preventivo, afirmó la también consejera especial de José Angel Gurría, secretario general de la OCDE.
De visita en el país, Ramos presentó un preliminar del estudio de la OCDE sobre el sistema nacional de fiscalización de México, y dijo que es necesario armonizar las leyes y políticas a nivel nacional y subnacional. Hace falta simplificar y clarificar el trabajo del Sistema Nacional de Fiscalización.
Crear un sistema interdependiente y conocimientos en el ámbito subnacional a través de capacitación, mejor coordinación e invertir en recursos.
Además, la Auditoría Superior de la Federación podría incluir auditorías forenses y centrarse en la identificación de debilidades sistémicas de control interno. Debe mostrarse disposición a nivel institucional.
“Podemos tener los mejores sistemas, pero si la sanción no se materializa, el disuasor no está ahí y los incentivos no se construyen”, dijo.