La presencia de empresas automotrices en eventos de alta tecnología es cada vez más común. Durante el pasado CES 2016 (Consumer Electronic Show, por sus siglas en inglés), celebrado en Las Vegas, las compañías automotrices ocuparon alrededor de 60,000 metros cuadrados para presentar sus innovaciones tecnológicas.

Desde automóviles autónomos hasta tecnologías para compartir vehículos, todo parece indicar que las grandes armadoras luchan por llegar a tiempo al futuro, en donde tal vez la venta tradicional de autos como la presenciamos hoy sea totalmente diferente.

El avance tecnológico abre la oportunidad para la creación de nuevos modelos de negocio, en donde los más visionarios e innovadores se encuentran invirtiendo en nuevos proyectos sustentables y altamente rentables.

A nivel conceptual, el auto compartido parece ser una tendencia a mundial, un modelo que busca ofrecer un servicio de movilidad y transporte deslindándose totalmente de la posesión de un activo de alta inversión y que tradicionalmente se utiliza unas cuantas horas al día, con un alto costo de depreciación.

A este respecto, General Motors presentó en la ciudad de Ann Arbor Michigan su proyecto “Maven”, que se centra en una plataforma para compartir autos, y se espera su expansión, próximamente, a Chicago y Nueva York. Esta plataforma le permitirá al cliente, a través de una aplicación, identificar el auto más cercano, abrirlo, encenderlo y controlar el aire acondicionado a mediante su teléfono móvil, además de que el auto ofrecerá conexión de internet 4G y estará conectado a su plataforma de soporte “OnStar”.

Recientemente, General Motors hizo pública una inversión de 500 millones de dólares en la compañía LYFT, empresa que facilita la conexión entre pasajeros que necesitan trasladarse y automovilistas que manejan un auto, con la cual se propone desarrollar flotillas de vehículos autónomos para ofrecer servicios de transporte personal.

De esta manera, General Motors quiere competir con empresas virtuales como Uber, que están cambiando la movilidad en las grandes ciudades, y se vislumbran como una gran amenaza para el futuro de los fabricantes de equipo original. Uber está estableciendo su propio laboratorio de investigación para desarrollar tecnología para automóviles autónomos y otras tecnologías avanzadas. Este laboratorio se operará en colaboración con Carnegie Mellon University, en Pittsburgh, institución reconocida por su amplia experiencia en robótica.

Otras automotrices, al igual que General Motors, están reaccionando. Recientemente, Ford presentó su aplicación FordPass, la cual buscará ofrecer distintos servicios de movilidad, como asistencia para encontrar la mejor ruta para alcanzar su destino, encontrar lugar de estacionamiento, o compartir o rentar un auto. De la misma forma, BMW cuenta con su esquema de autos compartidos llamado “DriveNow”, en Alemania, y Toyota realiza pruebas en Japón y Europa.

Con el avance tecnológico en cuanto a tren motriz, materiales ultraligeros, autos autónomos y las nuevas tendencias en conectividad y movilidad, representadas por empresas como Uber, Google, Apple, Lyft, Zipcar, etcétera, el concepto de propiedad del auto será rebasado por el concepto de movilidad. La transformación del sector automotriz será radical en menos de 10 años. Los millenials por ejemplo, no tendrán como prioridad poseer un automóvil. Ante esto, ¿tendrán los líderes actuales del sector la capacidad de evolucionar el modelo de negocios, sin destruir riqueza?

El autor es profesor decano de IPADE Business School

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