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El reto de elaborar un presupuesto base cero en México debe llevar a los actores políticos a “confirmar o reconfirmar” cuáles son las prioridades del gasto público, aseguró la directora de gabinete de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Gabriela Ramos.

Advirtió que México debe reflexionar sobre la oportunidad que tiene de concretar un plan de este tipo, a pesar del margen limitado que hay para hacer recortes y de los gastos inerciales que no pueden tocarse.

La coyuntura internacional actual de desaceleración financiera y bajos precios del petróleo es un escenario que se debe aprovechar, porque de manera “natural” caen los ingresos de los hidrocarburos y esto debe llevar a aumentar la recaudación tributaria y “depender menos de elementos tan volátiles como el petróleo”, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL.

“Quizá es un recordatorio de la necesidad de seguir fortaleciendo los niveles de recaudación y disminuir los ingresos petroleros en el gasto público”, dijo. Además, Ramos destacó que se requiere profundizar el debate sobre hasta dónde se puede llegar con el presupuesto base cero.

Es un ejercicio muy saludable para fijar prioridades, “pero no es sencillo, porque hay gastos inerciales”. Sin embargo, es momento de analizar ese tema, porque todo Estado como responsable de la asignación del dinero debe de “confirmar y reconfirmar” cuáles sus prioridades, sin importar que se tenga un “margen limitado”, señaló.

Comentó que ante las circunstancias económicas actuales y por la caída de los petroprecios, el gobierno mexicano no tenía opción y debía hacer el recorte fiscal, porque era difícil mantener su gasto en los niveles que estaban. Sin embargo, el recorte abre la oportunidad de definir las prioridades del gasto.

“El tema del presupuesto es una señal muy difícil, pero necesaria. Por estas decisiones México se ha posicionado como un país confiable”, dijo.

Crecimiento 2015. En medio de la desaceleración económica mundial, México se ubica entre los países que se mantienen en expansión, afirmó.

“No es para decir ‘ya la hicimos’, pero Europa crece en 0.6%, Brasil va a decrecer, las naciones emergentes se desaceleran, así que desde esa perspectiva el crecimiento no es suficiente, pero es de los que más aumenta con respecto al mundo”, añadió.

Para la economía mexicana, la OCDE estimó a mediados de año un crecimiento del PIB de 2.9% para este año, pero actualmente el equipo de economistas de la organización revisan todas las cifras por el panorama actual, así que los pronósticos se van a modificar, mencionó.

Agregó, el país tiene posibilidades de mantener su ritmo, porque las reformas estructurales que realizó le dan un gran potencial.

Aunque México “tiene la desventaja de tener ingresos fiscales provenientes del petróleo, y es un elemento que golpea a la economía nacional, las reformas van a traer muchos beneficios, pero no son cambios que se puedan materializar en uno o dos años ante el entorno incierto actual”, declaró Ramos.

Para el país tampoco se esperan efectos adversos ante un eventual incremento de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), porque ello podría implicar atracción de capitales, sobre todo ahora que hay muchas economías emergentes en desaceleración.

Ramos manifestó que la Fed debería realizar ya el aumento a las tasas de interés para evitar más volatilidad y especulación. Ese ajuste no tendrá efectos desfavorables sobre México en materia de inversión, ya que el país sigue siendo atractivo para captar capital, gracias a las reformas aprobadas.

“La demanda internacional tan débil no se materializa en un mayor crecimiento económico y no se puede aislar a México”, dijo.

“El entorno es muy difícil, la inversión es baja, el comercio sube alrededor de 4%, a pesar de que antes crecía al doble que el PIB”. Todos somos parte de este entorno complicado, que limita la actividad productiva de los países, recalcó Ramos.

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