noe.cruz@eluniversal.com.mx

La decisión de recurrir a esquemas financieros como las Fibras en el sector energético, obedece a una previsible reducción de inversiones en esta industria, consideraron analistas del sector financiero.

De acuerdo con las opiniones de los analistas, vendrán a sustituir la parte que estarán dejando de hacer Petróleos Mexicanos o Comisión Federal de Electricidad, por los recortes presupuestales y el gasto austero que se perfila para 2016.

El economista en jefe Barclays México, Marco Oviedo, ya había pronosticado que ante la caída de los precios del petróleo, Pemex invertirá menos en el sector y que podría revisar algunos proyectos que le competen de la Ronda Cero.

Durante la mesa redonda Perspectivas Económicas Hacia Finales de 2015, habría advertido que “sí la segunda fase de la Ronda Uno no es exitosa sería un mal presagio, pues evidenciaría que el mercado pronostica que los precios del petróleo serán más pesimistas. Así, se retrasarán los efectos de la reforma, pues no se invertirá en el sector”.

Incluso pronosticó que el recorte al gasto público en 2016 será de 1.1% del PIB nacional.

Las fuentes consultadas explicaron que “las Fibras son un instrumento o vehículo financiero muy importante y pueden llegar a tener un tamaño más grande que las propias fibras inmobiliarias”.

La ventaja que tienen es que permite acceder a inversionistas que no tienen oportunidad de colocar, por ejemplo, 3 mil 500 pesos en acciones de una Fibra en la Bolsa.

Además, tiene un incentivo fiscal: no pagan impuestos.

Antonio Tejeda, de Fibra Uno, detalló que si bien el negocio de la energía no es de renta, si permite la apertura a nuevos instrumentos.

“Creo que el atractivo podría venir por el lado de los incentivos fiscales, lo que permitirá recurrir a los fondos de inversión como las Afore y crear valor para los inversionistas, en este caso los millones de trabajadores asalariados de México”.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses