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Para 2020, dos millones de trabajos relacionados con la computación serán creados alrededor del mundo, de acuerdo con el reporte Future of Jobs, realizado por el Foro Económico Mundial. De hecho, todos los trabajos que estén relacionados con computación y matemáticas –entre estos programadores de computadores, desarrolladores de software, y demás– van a continuar creciendo en el futuro.
Al mismo tiempo, este rubro es uno de los de más crecimiento y el que tiene actualmente una de las participaciones femeninas más bajas, y no sólo eso, sino que en estas industrias es en donde se dificulta más reclutar mujeres, según dicho análisis. Pareciera que la tecnología y las mujeres no se llevan. Pero, por supuesto, es una situación que se aleja mucho de relacionarse con un tema de capacidad intelectual. No sólo en México, sino en América Latina, la situación no es muy halagadora en este sentido. Menos de 10% del talento de este rubro es femenino. De hecho, que las mujeres tengan esta abrumadora minoría en estos campos es considerado como un peligro para ellas, según un estudio de ManpowerGroup.
Pero una startup social, desde hace tres años de su fundación, ya comenzó a ponerle solución: Laboratoria hoy da herramientas para que las mujeres puedan integrarse a este mundo que hasta hoy pertenece a los hombres.
Esta startup social –sin fines de lucro– que nació en 2014 de las mentes de tres compañeros de maestría en Columbia y que se creó con el objetivo de transformar la vida de las mujeres en América Latina, ha crecido de manera vertiginosa en tres años. Primero se fundó en Perú, en Chile y luego en México, tres sitios clave del continente. Por desgracia, somos una región con carencia de este tipo de talento y en la que 70% de los jóvenes que están sin trabajar ni estudiar son mujeres, según datos de la misma organización, y en la que para 2019 se necesitarán casi medio millón de programadores. Y esto, lo identificaron Mariana Costa (que hoy es su CEO), Hermán Martín y Rodulfo Prieto, los cuales al fundar primero una agencia de desarrollo web, se dieron cuenta de lo difícil que era encontrar talento especializado en esta materia y no sólo eso, sino que en su propia experiencia —Mariana era la única mujer del equipo— notaron la ausencia de mujeres. Lanzaron un proyecto piloto en el que capacitaron a 15 mujeres en Perú, el cual tuvo un gran éxito, y así surgió Laboratoria, una startup cuya labor ha sido reconocida incluso por Barack Obama cuando era presidente de Estados Unidos y por Mark Zuckerberg, el genio creador de Facebook.
Lo que esta startup hace es identificar jóvenes de bajos recursos con un gran potencial y les capacita para convertirse en desarrolladoras web. Hoy las mujeres que han capacitado se cuentan en cientos, pero la misión de esta organización es convertirse en la principal fuente de talento tech femenino de América Latina. Han capacitado a cerca de 400 estudiantes en sus tres sedes, pero el objetivo para 2020 es que 10 mil mujeres puedan convertirse en desarrolladoras web y encontrar cabida en el mercado laboral.
Justamente éste es uno de sus éxitos y por el que Obama elogió a Laboratoria en el Global Entrepreneurship Summit 2016: casi 80% de las egresadas del programa encuentra un trabajo incluso hasta cuatro veces de lo que ganaban anteriormente en puestos de baja especialización, como intendencia o call centers, por ejemplo.
En México, Laboratoria inició en junio de 2015 y ya lleva tres generaciones y 100 mujeres graduadas. La cuarta generación está por salir y con ello otras 50 programadoras estarán listas para incorporarse al mercado laboral mexicano.
Una fiesta de talento
Laboratoria realizará por primera vez su Talent Fest en México, un encuentro en el que durante una semana las egresadas podrán trabajar con empresas que estén buscando talento con el objetivo de que éstas las evalúen y escojan a la que quieren que forme parte de su equipo.
La labor social de Laboratoria es el corazón de su fundación (por eso es una organización sin fines de lucro). Todas las mujeres que entran a la capacitación de Laboratoria tienen algo en común: Que tienen algún tipo de limitación económica que no les ha permitido el acceso a buenas oportunidades educativas.
“No queremos personas con capacidad de pagar por un programa excelente que les va a abrir las puertas. Nosotros nos dirigimos a las que no han tenido la oportunidad”, explica Gabriela Rocha, vicepresidenta de crecimiento, amiga de los tres cofundadores y quien posteriormente se convertiría en socia para México.
Una parte del gran éxito de este programa es la formación integral que las estudiantes reciben a lo largo del curso, porque precisamente estas condiciones adversas hacen que las chicas no confíen plenamente en su potencial.
“Nuestras estudiantes lidian con varias problemáticas, como una sociedad muy machista que trata de impedir que ellas pasen por este proceso de tener una formación de calidad y de convertirse económicamente independientes. Tenemos alumnas a las que sus maridos les han dicho ‘O Laboratoria o yo’”, explica Gabriela.
Durante la capacitación, además de lo técnico, a las alumnas se les enseñan habilidades como comunicación, trabajo en equipo y liderazgo. Y otro aspecto que también hace que este proceso sea exitoso este proceso de inserción laboral que Laboratoria lleva de la mano con las empresas.
Sin Laboratoria, probablemente estas mujeres se hubieran quedado atrapadas en un ciclo vicioso de tener un trabajo mal remunerado, con nulas posibilidades de crecimiento y el cual a su vez no le permitiría mejorar sus habilidades y aspirar a una mejor posición y remuneración, asegura su representante para México.
Uno de sus objetivos principales es buscar talento donde nadie lo busca. “Algunas de ellas se sentían muy limitadas en sus trabajos en call centers, secretarias, empresas de limpieza, amas de casa, además, viviendo muchas historias impactantes de violencia doméstica y otras situaciones”, explica la socia de Laboratoria.
Hoy se mantienen a través de donativos tanto a nivel local como regional, como del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Fondo Multilateral de Inversiones (también del BID), pero el objetivo para 2020 es el de ser 100% autosustentable a través de los donativos realizados por las propias estudiantes después de ser contratadas y del proceso de reclutamiento.
Una CEO que se codea con Obama
Diecisiete días después de parir a Lucía, su primera hija, Mariana Costa, su actual CEO y cofundadora, tomó un avión para asistir al Global Entrepreneurship Summit 2016, en donde compartiría lugar en un panel sobre emprendimiento social con Barack Obama y Mark Zuckerberg.
Mariana cuenta (en su blog) que cuando Obama presentó el panel, no podía dejar de pensar la manera en la que llegó ahí. Ella asegura que fue un momento en el que se dio cuenta cuánto amaba su trabajo y cuánto amaba decirle al mundo que Laboratoria era maravilloso.
“Lo es no porque yo lo fundé o porque Obama sabe quiénes somos, sino que es especial porque realmente transforma las vidas de las mujeres en América Latina, dándoles las herramientas de ser económicamente independientes y con ello, libres de construir la vida que desean para ellas”, asegura. En el panel, Obama resalta que la tasa de éxito de Laboratoria ha sido extraordinaria. “Esto ya es maravilloso”, aseguraba Obama.