La industria automotriz se encuentra bajo uno de los cambios más trascendentales, donde conceptos como auto conducción, car sharing, y fuentes alternativas de energía delinean lo que será el sector del siglo XXI, en donde se busca incrementar la productividad en el uso de los vehículos, en la eficiencia en el uso de la energía y en el tiempo de las personas.

Los vehículos eléctricos se posicionan como la tecnología que sustituirá al tradicional motor de combustión interna. Este cambio está siendo gradual y estamos viendo una transición hacía vehículos híbridos (sistema de propulsión combinado de combustión interna y motor eléctrico) los cuales generan rendimientos por arriba de los 20 kilómetros por litro.

La principal barrera de entrada para vehículos eléctricos e híbridos son sus altos precios en el mercado en comparación con los vehículos tradicionales de combustión interna. Este alto precio está estrechamente relacionado con los altos costos de las baterías de litio, los cuales se espera que disminuyan en cuanto se incrementen las inversiones en este campo y se alcancen economías de escala.

Con más inversiones en este campo, se están alcanzando mayores capacidades de almacenamiento, mayores rangos de alcance y menores costos. Los precios de las baterías, de acuerdo con el Global EV Outlook 2017 realizado por la OCDE y la International Energy Agency (IEA), han disminuido de 900 dólares/kWh en 2009 a poco menos de 300 dólares/kWh en 2016, y se pronostica un costo menor en cuanto los volúmenes de producción sigan incrementando.

De acuerdo con la publicación, en 2016 se vendieron más de 750 mil vehículos híbridos y eléctricos en el mundo, un 40% más que el año anterior, siendo China el mercado líder con ventas de alrededor de 336 mil vehículos, seguida por Estados Unidos con ventas de 160 mil y también por países como Noruega, Reino Unido, Francia, Japón, Alemania, Holanda y Suecia, con ventas menores a las 50 mil unidades.

Programas de incentivos fiscales juegan un rol importante en la adopción de esta nueva tecnología. Gobiernos en busca de reducir sus emisiones impulsan la compra de automóviles eléctricos e híbridos y así influyen en la evolución hacia esta nueva tecnología.

En 2016 circulaban alrededor de 2 millones de vehículos eléctricos en el mundo. Con la combinación de factores como el aumento en la inversión en esta tecnología y la caída en el costo de las baterías se espera que la diferencia de precios entre los autos eléctricos y de combustión interna sea cada vez menor. El Global EV Outlook 2017 pronostica que en 2020 circularán entre 10 y 20 millones de vehículos eléctricos, y para 2025 entre 50 y 70 millones.

Este cambio tecnológico modificará las cadenas de valor de la industria, destacando el gran crecimiento del sector de manufactura de baterías de litio, en el que compañías trasnacionales están realizando grandes inversiones, principalmente en Estados Unidos y China. Se espera que en 2020, 84% de la producción de baterías de litio se ubique en estos dos países, de acuerdo con Electric cars: China’s battle for the battery market, artículo publicado en Financial Times.

En este escenario, sobrevivirán aquellas empresas que con una visión clara de futuro sepan adaptarse rápidamente a las tendencias que el mercado solicite.

Estaremos viendo cada vez más fusiones y adquisiciones en todos los eslabones de la cadena de valor, que permitan reducir costos en desarrollo tecnológico y hacer frente a uno de los mayores cambios en la historia de la industria automotriz.

Profesor decano del área de Dirección
de Operaciones de IPADE Business School

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