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El Banco Mundial (BM) ajustó a la baja su estimado de crecimiento para México para 2018, porque se verá afectado por los cambios en las políticas fiscales, comerciales y migratorias de Estados Unidos, y en un año donde además se atravesará el periodo de elecciones presidenciales.
Como consecuencia, el organismo también recortó su pronóstico para 2019, mientras que para 2017 la mantuvo sin cambio, de acuerdo con el informe de Perspectivas Económicas Mundiales de junio que lleva por título “Una frágil recuperación”.
La nueva estimación para el Producto Interno Bruto (PIB) nacional para 2018 es de 2.2%, desde 2.5% que preveía en enero pasado. Para 2019 pasó de 2.8% a 2.5%.
Para 2017, el Banco Mundial no hizo ninguna modificación y dejó en 1.8% su pronóstico.
Crecimiento mundial
Si se toma en consideración las expectativas internacionales para 2017 y 2018, México estaría avanzando menos, pues aunque el Banco Mundial decidió mantener sus previsiones en 2.7% y 2.9%, respectivamente para la economía mundial, no nos favorecen.
También se anticipa que Estados Unidos crecerá más que México, con una tasa de 2.2% para 2017, pese a que representó una reducción de 0.1% respecto a la estimación de enero pasado; en cambio para 2018 subió de 2.1% a 2.2%.
Por el contrario, México estará creciendo más que América Latina en su conjunto. El Banco Mundial redujo de 1.2% la previsión que tenía en enero a 0.8%, y para 2018 quedó en 2.1% desde 2.3% previo.
Lo anterior como efecto de los PIB negativos que tendrán Venezuela, de 7.7%, que además seguirá con hiperinflación, y Ecuador, con 1.3% de caída este año. Ve un leve avance para Brasil de 0.3% después de la recesión.
No obstante los países de la región que crecerán de manera exponencial serán Panamá, con 5.2% este año, seguido de Nicaragua, con 4.3%; Costa Rica, con 3.8%, y Paraguay con 3.6%.
Comercio se recupera, no la inversión
Sobre el reporte de las Perspectivas Mundiales, el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, dijo que en vista de que se ha iniciado una recuperación frágil pero real, los países deberían aprovechar este momento para encarar las reformas institucionales y del mercado que permitan atraer inversiones privadas y contribuyan a sostener el crecimiento en el largo plazo.
Por su parte, el primer vicepresidente y economista principal, Paul Romer, destacó que la buena noticia es que el comercio se está recuperando, pero “la preocupación radica en que los niveles de inversión siguen siendo bajos”.
El director del Grupo de Análisis de las Perspectivas de Desarrollo, Ayhan Kose, consideró que ahora es el momento en que los mercados emergentes y las economías en desarrollo tienen que evaluar sus vulnerabilidades y consolidar las políticas que permitan amortiguar los efectos adversos de las crisis.
lsm