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La inversión fija bruta, que representa los gastos realizados en maquinaria y equipo de origen nacional e importado, así como los de construcción, presentó una disminución real de 1.6% durante enero de este año comparado con la del mes inmediato anterior, informó el Inegi.
Esta contracción se deriva de varios factores entre los que destacan: el recorte presupuestal, la volatilidad del tipo de cambio y la incertidumbre en torno al impacto de las políticas que implementará la administración de Trump sobre la economía mexicana.
Los gastos en maquinaria y equipo total cayeron 2.6% respecto al mes inmediato anterior; mientras que el equipo de origen nacional cayó 2.9%, las de origen foráneo retrocedieron 1.3% en el mismo periodo, debido al deterioro en compras externas de bienes de capital distintos de transporte (-2.6%). Los gastos en construcción disminuyeron 0.3% en términos reales en el primer mes del año en curso respecto al mes previo, su tercer retroceso consecutivo según datos ajustados por estacionalidad.
Mientras que la construcción residencial bajo 0.2%, la no residencial —la cual comprende en su mayoría inversión pública, tanto en infraestructura, como en la perforación de pozos petroleros—, se contrajo 0.7% en el primer mes del año.
En su comparación anual, la inversión fija bruta se redujo 1.3% en términos reales en enero de 2017.
A su interior, los gastos en construcción descendieron 3.9%; mientras que los de maquinaria y equipo total aumentaron 1.3% con relación a enero del año pasado.
“En este contexto, parece poco probable un repunte significativo de la inversión en el corto plazo”, dijo Eduardo González, analista económico de CitiBanamex.
El experto consideró que existe un relativo exceso de capacidad instalada, en particular en manufacturas; y por la débil trayectoria del gasto público en construcción, la cual se extenderá durante la mayor parte de este año.
Francisco Flores, analista económico de Banorte-Ixe, espera una desaceleración en los flujos de inversión durante el primer trimestre del año.
El especialista estima que esta contracción se deriva del recorte que implementará el gobierno federal durante 2017; la volatilidad del tipo de cambio; y la incertidumbre en torno al impacto de las políticas que implementará la administración de Trump sobre la economía mexicana.
Así, el estancamiento de la inversión durante el último año, y en particular la leve tendencia a la baja que ha retomado en los últimos meses, parece coherente con la previsión de una desaceleración de la actividad económica durante este año.
