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cartera@eluniversal.com.mx
Los mexicanos van a enfrentar mayor inflación el siguiente año y escaso crecimiento económico que limitará la creación de empleo y la inversión, de acuerdo con instituciones privadas.
Se dice que la inflación es el impuesto de los pobres y es que personas con menor ingreso son más susceptibles a sus efectos.
La inflación estableció un mínimo histórico de 2.13% en 2015, pero la depreciación cambiaria, gasolinas más caras y otro factores aumentarán “el impuesto” a 3.20% en 2016 y a 3.40% en 2017, de acuerdo con el último sondeo de Citibanamex.
Scotiabank es la institución más conservadora de 22 consultadas y espera una inflación de 3.70% en 2016 y de 3.86% en 2017.
Mario Correa, economista en jefe del banco, lo atribuye a un traspaso más evidente de la depreciación del tipo de cambio a los precios el próximo año, entre otros factores.
“Los malos resultados de la inflación de septiembre sugieren que se puede dar un incremento más marcado en los precios”, opinó el directivo.
En cambio, Itaú BBA es el participante más optimista sobre la inflación y anticipa que sea de 3% el próximo año, en línea con la meta del Banco de México, aunque Alexander Müller, economista en jefe de la institución, reconoce sesgos al alza para su pronóstico, debido a que la depreciación cambiaria tendrá un impacto retardado.
Crecimiento estancado. Las instituciones consultadas por Citibanamex prevén que el crecimiento de la economía mexicana se desacelere a 2.1% en 2016 y mejore a 2.3% en 2017, aunque el ritmo se mantiene por debajo del promedio de 2.5% en los últimos 30 años, pese a las reformas.
Vector es el participante más conservador e incluso anticipa que el Producto Interno Bruto (PIB) registre un crecimiento de 1.7% en 2017, por debajo de 1.8% previsto para este año.
“No vemos argumentos para que la economía crezca más en 2017 que en 2016”, opinó Luis Adrián Muñiz, subdirector de análisis de la institución.
Dijo que la economía mexicana va a crecer menos el próximo año porque el consumo privado se desacelerará y la industria será afectada por la menor producción de petróleo.
Enfatizó la política económica restrictiva para 2017, pues van a continuar subiendo las tasas de interés en México, al igual que en Estados Unidos, mientras el recorte al gasto público va a restar crecimiento.
Muñiz prevé que el consumo privado sea el principal impulsor de la economía en 2017, seguido de la demanda externa, pues la inversión puede ser incluso menor que este año y el gasto público va a disminuir.
El empleo tiene relación estrecha con el crecimiento económico, así que en la medida que haya menor ritmo productivo habrá menos creación de puestos de trabajo, expuso.
Agregó que el proceso de formalización laboral en el país se agota, lo que seguramente va a limitar el registro de empleos adicionales el siguiente año.
“El principal riesgo para la economía son cambios en las condiciones comerciales entre México y Estados Unidos, pues si bien Trump es el caso extremo, Clinton aparentemente también busca ajustes que afectarían la relación entre ambos países”, consideró Muñiz.
Las instituciones más optimistas son Banorte, Credit Suisse, Nomura y Old Mutual y es que coinciden en un crecimiento económico de 2.5% para 2017, en línea con el ritmo de los últimos
30 años.
Alejandro Cervantes, economista senior de Banorte, espera un mejor desempeño de la producción manufacturera por la recuperación de Estados Unidos, y prevé que el consumo privado de los mexicanos continúe siendo alto el próximo año.
Sin embargo, anticipa una menor generación de empleos que este año, de 630 mil en 2017 contra 780 mil previstos en 2016, lo anterior debido al
ciclo económico.
Cervantes opina que el recorte al gasto público será el principal freno del crecimiento del PIB el siguiente año, mientras el riesgo más significativo es que la producción estadounidense no continúe con su recuperación.
“Con la aprobación del paquete de reformas estructurales se dio el primer paso para alcanzar mayor crecimiento económico a futuro, pero los principales efectos no son inmediatos y tardarán más tiempo en observarse”, comentó el analista.
El economista senior de Banorte estimó que la economía mexicana puede promediar un crecimiento de 3.5% anual durante la siguiente década por las reformas.
Dólar al mismo precio. La divisa cotizará en 18.45 pesos al mayoreo para finales de 2017, tras culminar en 18.80 unidades este año, lo que implica precios cercanos a 19 pesos en ventanillas, según el sondeo de Citibanamex.
Barclays es la institución más conservadora con una proyección de 20.50 pesos para el cierre de 2017. Marco Oviedo, economista en jefe del banco, considera que el principal riesgo para el tipo de cambio es una victoria de Donald Trump en los comicios para la presidencia de Estados Unidos.
En cambio, Nomura es el participante más optimista sobre el precio del dólar, con un pronóstico de 17.25 pesos para finales del siguiente año, pues de acuerdo con Benito Berber, economista senior de la institución, “la depreciación del peso es exagerada”.
El escenario base de la institución es que la demócrata Hillary Clinton sea la triunfadora en las elecciones de Estados Unidos, lo que motivará una fuerte apreciación de la moneda mexicana el siguiente año.