El interés por identificar los riesgos ha existido desde la antigüedad, debido a la necesidad de prevenir eventos desfavorables para el bienestar general. Actualmente es necesario desde pedir consejos a expertos, consultar información, estar atentos a las noticias locales e internacionales, vigilar las acciones de la competencia y los gustos de los consumidores. Los cuales han sido, entre muchos otros, medios para identificar riesgos que de materializarse pudieran incidir o alterar la realización de los planes.

En el IMEF, todo esto es materia de análisis y considera que para identificar algunos riesgos no es necesario desarrollar técnicas sofisticadas; la observación es una de las primeras aliadas para buscar la seguridad en la cotidianidad de la operación. Si se observa dentro de las instalaciones, oficinas, almacenes, edificios, laboratorios, plantas, procesos, se puede percibir de manera general una variedad de señales que evidencian riesgos y que permiten evitarlos, controlarlos o mitigarlos.

La palabra riesgo, desde sus orígenes, se relaciona con peligro, con hechos adversos que pueden suceder y que deben afrontarse. Hoy, el concepto forma parte de la cotidianidad de las empresas, el éxito o fracaso depende del buen manejo que se tenga de él.

Los riesgos han evolucionado y su estudio adquiere mayor relevancia en el ámbito empresarial.Es aquí donde se evidencia aún más la necesidad de controlar las amenazas que pueden afectar la continuidad de toda empresa y que pudiera generar pérdidas, que van desde lo económico hasta la afectación a las personas, pasando por el deterioro del medio ambiente o de la imagen corporativa.

Las empresas para generar valor y servir a sus clientes, o a los diferentes grupos con los que se interrelaciona, recurre a diferentes contingencias; la generación de valor consiste en realizar de mejor manera sus actividades que los competidores y que sus beneficios sean de manera superior a los riesgos inherentes para lograrlos.

Las empresas afrontan riesgos en su día a día desde diferentes ámbitos, como en sus operaciones, pero también corren riesgos en la toma de decisiones, la esencia de ‘hacer negocios’ es, precisamente, correr riesgos. El riesgo forma parte de la vida empresarial

Para identificar los riesgos empresariales es necesario, inicialmente, tener claridad acerca de los tipos de riesgos inherentes al carácter de la empresa, con el fin de que su administración de riesgos sea integral.

Uno de los riesgos más importantes es el Riesgo Operativo, el cual consiste en la posibilidad de pérdidas ocasionadas en la ejecución de procesos y funciones de la empresa, por fallas en procesos, sistemas, procedimientos, modelos de negocios o personal involucrado en fraudes.

Para monitorear el riesgo se utilizan los llamados indicadores clave de riesgo y ejemplos de ellos son:

• Gestión de recursos humanos - alta rotación de personal, ¿Cuál es su costo?

• Gestión de la capacidad instalada - ¿Se utiliza la planta a su capacidad instalada? ¿Hay capacidad ociosa? ¿Qué se hace con ella?

• Gestión de los proveedores - ¿Existen contratos a largo plazo?

• Gestión del abastecimiento – ¿Se realizan tiempos de entrega al menor costo?

• Gestión del riesgo de proyecto – ¿Se evalúan considerando incertidumbre?

• Gestión del riesgo de financiamiento – ¿Es más barata la tasa de deuda vs. el costo de capital de la empresa?

• Gestión del riesgo de crédito- ¿Los días de cartera se encuentra en equilibrio con las políticas de crédito?

• Gestión del riesgo de inventarios – ¿Los días de Inventarios se encuentra en equilibrio al volumen de ventas?.

• Gestión del riesgo comercial – ¿Los planes comerciales están alineadas a la estrategia del negocio?

• Gestión del riesgo de mercadotecnia – ¿Los planes de mercadotecnia se encuentran alineadas a los planes de ventas?.

• Gestión de riesgos en precios y costos – ¿Los precios y costos de la empresa se encuentran alineadas con las políticas establecidas?

Toda empresa debe gestionar de manera adecuada sus riesgos operativos así podrá obtener ventajas competitivas, sus proveedores lo mirarán como un cliente confiable y respetable, mejorará la satisfacción de sus clientes, sus empleados se sentirán más seguros, además incrementará el valor para los accionistas.

Al interior del Comité de Administración de Riesgos del IMEF, el principal objetivo de la gestión de riesgo operativo es coadyuvar a que las empresas alcancen sus objetivos estratégicos en las áreas sustantivas del negocio, en su cadena de valor, así como el crecimiento en las ventas y sus utilidades, así como mejorar el margen operativo disminuyendo gastos innecesarios, mejorar los costos, la eficiencia en el uso del activo fijo y la capacidad de ejecución en los procesos.

Vicepresidente del Comité Técnico Nacional de Administración Integral de Riesgos del IMEF
jlvazquez@orientaempresa.com

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