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cartera@eluniversal.com.mx
Ante los resultados dados a conocer en la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2015 (ENIF) con la mitad de la población sin cuenta bancaria, bajos salarios y las malas experiencias con bancos, para MasterCard las medidas que se han adoptado para incluir a un mayor número de adultos en el sistema financiero no han aparcado las necesidades de la población en el país.
“Cuando te hablan de que 30% de los adultos no tienen una relación formal con el sistema financiero o no tienen ningún producto, es por un lado una oportunidad, pero con las recetas tradicionales no hemos llegado a cubrirlos. Entonces, para Mastercard es una oportunidad para aplicar los sistemas que tenemos. Hay mucho mercado que conquistar pero sí es preocupante porque todavía México está muy atrasado en estos temas”, dijo Hernán Garza, líder de Inclusión Financiera de Mastercard.
En la ENIF se destaca que seis de cada 10 mexicanos gana hasta 5 mil pesos al mes y solamente 1.7% de la población percibe salarios por arriba de 20 mil pesos.
“El problema es multifacético. Hay temas tan estructurales como el nivel de ingresos de la población. La gente que no tiene ningún producto financiero en la encuesta, la mitad no gana lo suficiente y eso no lo podemos negar”, destacó el directivo.
El directivo de Mastercard destacó que se han presentado lentos avances en mejorar el acceso a zonas rurales en el país para aumentar el ingreso a servicios financieros.
“Hay un porcentaje importante que son por otras razones. Geográficamente la zona rural está desatendida y se tiene que flexibilizar el esquema normativo para que pequeños comercios sean corresponsal bancario. Hay temas también de la facilidad de apertura de ciertos productos que si bien se ha flexibilizado no ha sido suficiente para que más personas se incorporen”, añadió.
Otros de los puntos que destaca la ENIF es que a pesar de los esfuerzos por parte de autoridades por fomentar el uso de formatos electrónicos y tarjetas como medios de pago, el uso de efectivo se mantiene entre la preferencia de los adultos. Así, 94.1% maneja su dinero en efectivo y otro 5% lo hace mediante una cuenta.
“Hay instituciones que no les interesa el mercado de los pobres, entonces se tiene que trabajar en incentivos para que todos ganemos en ese proceso”, concluyó Hernán Garza.