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maria.saldana@eluniversal.com.mx
Para la industria textil y de la confección la depreciación del peso frente al dólar se tradujo en alza de precios, porque parte de sus insumos son de importación al no haber producción nacional en ciertos insumos como fibras de rayón, filamentos y algunas telas para elaborar coordinados, entre otras.
Además, ambas industrias enfrentan problemas de subvaluación, la entrada de contrabando bronco de mercancía, la mayor competencia china, el aumento de importaciones desleales, pues algunas personas usan nuevas formas para evadir los controles que impuso el gobierno federal en 2015 para frenar la entrada de mercancía con prácticas desleales, advirtieron los presidentes de las cámaras de las industrias textil (Canaintex) y del Vestido (Canainve), Alfonso Juan Ayub y Samuel Gershevich, respectivamente.
Sin embargo, los presidentes de ambas cámaras aseguran que las pequeñas y medianas empresas tienen capacidad para competir, siempre y cuando se haga en igualdad de condiciones y añadieron que, además de las grandes firmas, las Pymes invierten fuertes sumas de dinero para incorporar inversión y tecnología.
Esas inversiones permiten que al mes firmas del sector de todos los tamaños puedan exportar 2 millones de pantalones de mezclilla.
Juan Ayub dijo que en su fábrica de Turbo Yarn hay máquinas alemanas o suizas de 140 mil a 700 mil euros, con las que pueden procesar 35 toneladas al día de algodón; en tanto que Gershevich agregó que en Arush, su empresa de confecciones hay máquinas cortadoras de primer nivel que rebasan los 100 millones de pesos.
En un recorrido por fábricas, Juan Ayub comentó que es imposible mantener precios en momentos en que el dólar llegó a 19 pesos, considerando que se requiere materia prima del extranjero y que a pesar a que sean insumos nacionales se pagan en dólares, como en el caso del algodón.
Una realidad es que hay material que no se puede sustituir con fabricantes nacionales porque no se fabrican, por eso se suben los precios porque no hay márgenes de maniobra.
Gershevich expuso “el dólar alto nos hace daño a los productores, pero a los importadores de prendas más”, por lo que debiera esperarse que bajen las importaciones de confecciones.
El también directivo de la firma Arush expuso que hay buenas noticias porque se puede exportar más y se van a ganar más pesos por dólar.
La parte atractiva del dólar caro es que se puede exportar y en casos se puede cambiar a un proveedor nacional en algunos insumos, dijo el director de Textivision, Moisés Cababie.
Los presidentes de Canainve y Canaintex explicaron que con las medidas de control que se impusieron a las industrias textiles y del vestido se redujo la entrada de productos subvaluados 87% para las telas y 80% para las confecciones.
No obstante, los controles que impuso el gobierno sirvieron siete a ocho meses, porque hubo recaudación para sector público, había orden en las importaciones, “pero faltó el Estado de derecho, porque si una persona trajo un producto declarando un precio y no hay castigo” entonces lo pueden seguir haciendo, dijo Juan Ayub.