El Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidió, en su reunión de mediados de septiembre, mantener la tasa de interés de referencia en el nivel establecido desde hace años, cercano al cero por ciento. En semanas previas los mercados de cambios tuvieron alteraciones significativas. Las grandes firmas que controlan los movimientos internacionales de capital en los mercados cambiarios estuvieron moviendo cuantiosos recursos en varios países de la economía internacional teniendo en cuenta la posible subida de la tasa de referencia en el mercado de Estados Unidos. En América Latina un resultado general fue la depreciación de las monedas frente al dólar. Pero también en varias economías de la región se ha debilitado el crecimiento y en algunas se presenta una recesión.
En la prensa se destaca que la decisión de la Fed fue producto de una notable división entre los miembros del Comité. El presidente de la Fed de St. Louis, James Bullard, y el de la Fed de Atlanta, Dennis Lockhart, hicieron pública su diferencia con la conducción que realiza Janet Yellen. Se afirma que la mayoría de los presidentes de los bancos de la Reserva Federal estatales de Estados Unidos esperan que el alza de la tasa de interés de referencia ocurra en 2015. El límite es la reunión de la Fed de diciembre, pero antes debe realizarse la del mes de octubre. En tanto, la inestabilidad financiera no será menor como se observa por el comportamiento de las mayores bolsas de valores en días pasados y las dificultades para que en las economías de América Latina se contengan los procesos de depreciación de sus monedas. Otros acontecimientos se agregan al cuadro de inestabilidad financiera en aumento, a la vez que en diversas economías el crecimiento es más débil o regresa la recesión.
Christine Lagarde, que encabeza el FMI, observa que los riesgos para la economía global se han acrecentado en meses recientes. En particular destaca el debilitamiento de la economía china, a la vez que la posible alza en la tasa de interés en Estados Unidos puede generar turbulencias. En los mercados cambiarios, en los mercados de materias primas, en los mercados de valores bursátiles la volatilidad es un dato, y los fondos de cobertura, las sociedades de inversiones y otras grandes firmas de las finanzas operan considerando el hecho, incluso como un medio para incrementar beneficios. Las colocaciones financieras que apuestan lo mismo al alza de algunos títulos que a su baja como forma de obtener ganancias son una constante. Múltiples colocaciones se realizan apostando a posibles comportamientos futuros o a títulos creados con base en futuros que apuestan a la baja en los mercados como medio de obtener beneficios. En Estados Unidos, en Chicago, opera el mayor mercado de opciones del mundo (CBOE, por sus siglas en inglés) que considera específicamente un índice de volatilidad (VIX) de futuros. El VIX de futuros ha tenido en semanas recientes una mayor actividad revelando la toma de posiciones de los fondos de cobertura y otros grandes colocadores financieros cubriéndose frente al movimiento en sus carteras de acciones. El Standard & Poor's 500, el índice del mercado de valores en Estados Unidos que representa más ampliamente a las mayores empresas en ese país, tiene una tendencia a la baja desde el 17 de julio, cuando alcanzó su mayor nivel en el año previo. El 17 de julio cerró en 2,126.64 puntos y el 23 de septiembre en 1,938.76 puntos.
En México se incrementan las tensiones en el mercado cambiario. El 22 de septiembre Banco de México colocó por medio de dos subastas 400 millones de dólares. Las posturas superaron ampliamente las cantidades asignadas. Al día siguiente los hechos no fueron diferentes, el monto total demandado en dos subastas fue de mil 248 millones de dólares. La cantidad asignada fue de 400 millones de dólares, destacando que en una de las subastas se asignó a un solo postor la cantidad de 200 millones de dólares. No obstante, la intervención del banco central no ha modificado las presiones en el mercado cambiario y el peso tuvo nuevamente una depreciación. El tipo de cambio interbancario fue de 17.13, superando nuevamente los 17 pesos frente al dólar, lo que no había ocurrido desde finales de agosto.
Departamento de Economía Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa
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