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maria.saldana@eluniversal.com.mx
Ante las dificultades económicas mundiales que generarán volatilidad en los mercados financieros como en el caso de Grecia, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) pidió al gobierno federal “prudencia” para blindar las condiciones de estabilidad macroeconómicas, por las fuertes presiones que pesan sobre las finanzas públicas.
Se requiere que funcionen todos los motores de la economía, el mercado interno, una mayor participación de otros sectores en las exportaciones, mayor ejercicio presupuestal para infraestructura y operar con un margen de maniobra que genere crecimiento y proteja la solidez de la economía.
Lo anterior indica que hace falta considerar algunos elementos: por una parte, impulsar el mercado interno, que es “el principal factor de estancamiento del avance”, y garantizar que el rediseño del Presupuesto Base Cero sea “a fondo, no superficial”, dijo el presidente del Consejo Coordonador Empresarial (CCE), Gerardo Gutiérrez Candiani, en su mensaje semanal.
Al consumo interno le falta consistencia, porque lo visto en los primeros meses del año puede deberse al periodo electoral y falta verificar qué porcentaje no estuvo ligado a ese hecho y si mantiene tendencia.
“Para lograr una reactivación más sustantiva del mercado interno necesariamente requerimos de más empleos y de un mayor poder adquisitivo de la población. Para ello, el camino es más inversión y más productividad, con mejores condiciones para ambos factores: desde seguridad y Estado de derecho hasta una mejor situación en la economía de personas y empresas, con más confianza en el futuro inmediato y el largo plazo”, dijo.
Advirtió que el gasto público creció a pesar de los recortes anunciados para 2015 y 2016 y que se incrementan las presiones por un mayor déficit y una baja en los ingresos petroleros, sin que se perfile un repunte de las cotizaciones en el corto plazo.
Con todo lo anterior México, el CCE estimó que cerrará el año con crecimientos de 2.7% a 3%, y para 2016 se alcanzará una tasa de 3.5%, lo que en ambos casos es inferior a los niveles de 5% que se requieren, advirtió.
Aun con las presiones, México está preparado para enfrentar la volatilidad internacional, al registrarse en el primer trimestre del año una recuperación moderada en el crecimiento del PIB, agregó.
Pero hay que considerar que para impulsar a la inversión, cuya reactivación es tenue, es necesario incrementar la deducibilidad de las prestaciones laborales e incluir la devolución de impuestos a las empresas cumplidas, entre otras acciones.
Además de que “urge tener activadas más industrias con empuje, nuevos motores, que aporten al crecimiento agregado. Las reformas son claves en este sentido, pero está demostrado que no van a realizarse y detonar todo su potencial si se descuida su implementación oportuna, eficaz y completa”, expuso.