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Álex Paleologos ha tenido una semana difícil. Ya no trabaja en Cranfield, en el Centro de desarrollo técnico Infiniti; se acaba de mudar a Enstone, también en el Reino Unido, sede de Renault Sport. Todavía no sabe con precisión en qué va a consistir su trabajo. Sabe que está en el área de diseño mecánico del equipo de Fórmula 1, pero no mucho más. Se la ha pasado en reuniones de capacitación, aunque ya asistió a su primer debrief (junta de evaluación) con Cyril Abiteboul, director técnico de la escudería, pilotos y un montón de ingenieros. Hablaron sobre lo que funcionó y no en el Gran Premio de Rusia.
De algo sí está seguro Álex: va a colaborar en el diseño de componentes del RS18, el bólido del año que viene, cuyo desarrollo inició, de hecho, hace un par de semanas. Y cuando el joven ingeniero mexicano nos lo cuenta, en la voz se le nota el orgullo mezclado con el cansancio.
Hace un año, la vida de Álex era tan diferente que da vértigo. El Infiniti Engineering Academy cambió sus días por completo. Y lo hizo en un segundo: cuando supo que se había ganado un lugar en el programa que le ofrecía la posibilidad de vivir una experiencia 100% profesional en Renault Sport durante seis meses y en su socio tecnológico Infiniti, en los seis meses previos.
Cuestión de pasión y método. “Los coches han sido mi pasión desde muy chico. Yo quería ser piloto de carreras, pero la situación económica de mi familia no me permitió correr. Igual quería estar cerca de los coches de carreras, así que pedí trabajo (sin sueldo) en un taller, a los 14 años. Era mi boleto para estar en las pistas, cada fin de semana”, recuerda Álex. Allí nació su pasión por la ingeniería, y su sueño de trabajar en Fórmula 1.
Ese sueño lo llevó, como estudiante de ingeniería automotriz en el Tec de Monterrey campus Estado de México, a atender la convocatoria del concurso 2016, registrarse, convencer a los reclutadores y pasar por varias etapas de selección. Hasta ganar y reunirse en Gran Bretaña con seis estudiantes más, de Asia y Oceania, Canadá, China, Europa, Oriente Medio y EUA. La vivencia multicultural es un rasgo importante del Infiniti Engineering Academy.
¿Por qué Álex se echó esa oportunidad a la bolsa, entre muchos otros más? “Demostrar pasión es un rasgo importante. La gente apasionada trabaja de forma diferente”, describe. ¿Querría Álex seguir trabajando con Infiniti, una vez que termine la academia? Por supuesto, pero deberá regresar a México para finalizar su carrera. Por lo pronto, puede presumir de que varios componentes que ya diseñó en Cranfield formarán parte de vehículos híbridos de Infiniti en un futuro cercano. No muchos pasantes pueden decir eso.
¡Ingresa a academy.infiniti.com y regístrate ya! La convocatoria se cierra el 19 de mayo.