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Convivir en México con autos de conducción autónoma se ve muy lejano. Pero para expertos como Andreas Wlasak, vicepresidente de Diseño Industrial de Faurecia a nivel global, nuestro país podría verlos antes que naciones de Europa o Estados Unidos.
“Para verlo como algo normal, posiblemente pasen 15 años o más pero van a existir en 2020. Tal vez empecemos a verlos como algo excepcional. Es un proceso gradual, no creo que existan primero en Europa o Estados Unidos y después en el resto del mundo. Hay otros países como México o China donde seguro los veremos antes”.
De acuerdo a Wlasak, esto se debe a que la infraestructura en desarrollo de países como el nuestro se puede adaptar a las necesidades de estas unidades, en contraste con las naciones donde esas instalaciones ya existen y es difícil modificarlas para los requerimientos”.
Lo anterior es algo en lo que marcas como Volvo coinciden, pues puntualizan que para ver estos autos se requiere que la infraestructura existente sea más robusta, con una adecuada señalización y comunicación entre los involucrados en la movilidad (vehículos, personas, semáforos, etc). debido a que el manejo autónomo se basa en las condiciones del entorno.
México, una plataforma de investigación. “Las empresas ya se preparan para el futuro con estas tecnologías y necesitamos a los estudiantes de hoy para el mañana. México es muy interesante, tradicionalmente se le ve como un país de manufactura pero creo que se convertirá en una plataforma de innovación para la próxima generación de autos”, apunta Wlasak.
La transformación ya comenzó. La conducción autónoma es un tema en el que muchas empresas ya trabajan (Volvo, Mercedes-Benz, Audi, Ford, Nissan, entre otras) pero que no solo involucran el entorno, sino también el espacio interior del vehículo, pues con esta tecnología los conductores se irán convirtiendo en pasajeros y por eso se debe hacer del auto un lugar que se disfrute. “Todo tiene que estar interconectado, esa es la magia del bienestar, percibir mi auto como mi hogar. Eso es lo que tiene que hacer la tecnología con nosotros pero sobre todo, debemos estar consientes de que está para apoyarnos y no para controlarnos”, añade el directivo de Faurecia.
Hoy en día existen modelos muy equipados como el Clase S, Tesla Model S o XC90, que ya tienen un nivel de conducción autónoma. “Hay autos que ya se estacionan por sí mismos y tú solo operas el acelerador y freno; otros te mantienen en el mismo carril, es decir, ya existe un cierto nivel de autonomía en ellos”.
Para el directivo, éste es un momento crucial para todas las empresas. “En este momento hay un enfoque de los niveles más altos en las organizaciones, para destinar recursos y repensar el automóvil. No solo para cambiar un tablero o una consola, sino para rediseñar completamente los autos; para eso se crean los ‘laboratorios de ideas’, por ejemplo, en Faurecia ya nos preparamos y estamos creando diferentes escenarios para el futuro y desarrollar nuevos productos”.