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La compañía automotriz de Wolfsburgo ensambló la primera carrocería de la SUV Tiguan en el nuevo complejo de hojalatería de la planta ubicada en Cuautlanzingo, Puebla. La obra da inicio a las pruebas de piso previas a los eventos de pre producción del modelo.
Una vez que la carrocería fue armada, se prosiguió a la instalación de los equipos y medios de la línea de ensamblaje, la cual cuenta con poco más de 70 mil metros cuadrados. Cerca de 800 robots japoneses, entre otros elementos fueron destinados para el armado del que será el quinto Volkswagen que saldrá de territorio poblano.
La manufactura de esta camioneta está prevista para iniciar el primer trimestre del 2017. Se espera que salgan anualmente 183 mil 200 vehículos. Esto se traduce en alrededor de 770 unidades producidas diariamente; de las cuales, la mayoría será para la exportación.
Esta nueva generación de Tiguan que será emsamblada en Puebla hizo su debut en el Auto Show de Frankfurt en septiembre del año pasado y comenzó a fabricarse en la planta matríz de la compañía, ubicada en Wolfsburgo Alemania.
A diferencia de la primera generación, este nuevo modelo se ofrecerá en una versión extra larga para todos los mercados del mundo.
La sombra del escándalo. El mes de Marzo del año pasado, Volkswagen anunció que invertiría mil millones de dólares en el complejo poblano para la producción de la segunda generación de la SUV Tiguan. En ese momento, la firma se perfilaba para un futuro sin nubes en el horizonte.
Sin embargo, en septiembre se detonó el escándalo del '”Diesel Gate”', en el cual, 11 millones de vehículos modelos 2009 a 2015 se vieron involucrados con un software que cambiaba los resultados de los controles que se hacían en materia de emisiones contaminantes.
Ésta situación afectó gravemente económicamente a la marca en todo el mundo por la multa impuesta a la compañía y los gastos para subsanar el problema. En Puebla, la situación derivó en acciones que afectaron los derechos laborales de los trabajadores para solventar la crisis.
De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), el golpe por el escándalo fue un factor primordial para disminuir la producción y exportación de la marca en México. Ambos rubros experimentaron una caída del 18.1 y del 28% respectivamente.
Los planes para la expansión poblana pendían de un hilo debido a esta situación. Pero en marzo de este año no sólo se confirmó que la inversión se daría, sino que se agregaron 100 millones de dólares a lo anunciado inicialmente.
De acuerdo con la marca, el modelo Tiguan logró colocar 3 mil 835 unidades en nuestro país. En lo que va del año, se han vendido cerca de mil 872 unidades, lo cual indica que su futura fabricación en Puebla podría aumentar sus cifras.