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La Mille Miglia se ha convertido en una de las carreras de resistencia para automóviles históricos más duras del mundo. La ruta de mil millas que cruza el norte de Italia recibió alrededor de 450 autos deportivos históricos este fin de semana, que comenzó el 19 de mayo en Brescia, al norte de Italia, de acuerdo con la tradición y culmina mañana, domingo 22 en el mismo punto de partida.
La primera de las cuatro etapas recorrió Verona y Rávena, en la costa del Adriático, en Rimini. Ayer llegaron a San Marino, antes de ir a Roma, deteniéndose en Macerata y Ascoli, donde una recepción entusiasta esperó a los autos y sus conductores para culminar con una gran fiesta. Hoy, sábado 21 de mayo, Poggibonsi, en el corazón de la Toscana, fue el comienzo de la ruta. Seguirán su camino a través de Siena y a lo largo de las carreteras de Pisa y Luca.
El viaje por la tarde se llevará a cabo por la legendaria Futa Pass y poco después por el paso de Raticosa, antes de llegar a Parma por la noche. Finalmente, mañana domingo, la etapa final de la Mille Miglia desfilará a través de Piacenza y, después de un desvío por la pista de carreras de Monza, seguirá hasta completar las mil millas en Brescia.
Cabe destacar que los autos participantes de la Mille Miglia en la actualidad deben ser los mismos o coincidir con los que recorrieron los caminos italianos entre 1927 y 1957. Ningún otro modelo puede entrar.
Uno de los competidores a batir en esta edición 2016 es el BMW 328 roadster que debutó en la Mille Miglia en 1938 y terminó con la victoria de su clase (vehículos con una capacidad máxima de 2.0 litros). Dos años más tarde, los alemanes Fritz Huschke von Hanstein y Walter Bäumer aseguraron una victoria en la clasificación general, conduciendo un BMW Touring Coupé 328 Mille Miglia.
El contingente de BMW Group Classic en esta edición incluye el 328 Berlín-Roma Roadster Touring, construido en 1937; un 328 Mille Miglia Roadster de 1939 y un 328 rojo de la colección de Múnich. Sigue de cerca el progreso de la carrera en 1000miglia.eu