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La Fórmula Uno no sólo es hablar de autos y deporte, sino también de tecnología de punta tanto en el desempeño del auto como en sistemas de seguridad, incluyendo la protección de los pilotos con materiales de última generación construidos y estudiados para este espectáculo.
En este sentido, un elemento, de los más indispensables para que se pueda llevar a cabo, no solo un Gran Premio, sino también en otras competencias automotrices es el Nomex, una fibra desarrollada por DuPont para ayudar a mantener protegidos a los pilotos.
Esta fibra es utilizada por diversos profesionales del automovilismo para la confección de sus trajes de carreras. Tiene la característica de ser resiste a altas temperaturas y proporciona segundos valiosos para que los pilotos puedan escapar del fuego, producto de una colisión o un accidente en los pits. La alta tecnología de esta fibra hace los trajes más ligeros y permiten la transpiración del conductor para regular la temperatura corporal durante las competencias y evitar la deshidratación.
Por décadas, el Nomex ha sido utilizado por muchos corredores profesionales en trajes de competencia, ropa interior y guantes. Sus fibras ofrecen una resistencia cuatro o cinco veces mayor que la combinación de poliéster y algodón, que son utilizados con el mismo fin.
Adicional a las pruebas realizadas en laboratorios independientes, las prendas desarrolladas con este material son sometidas a estudios de Thermo-Man, uno de los dispositivos más avanzados en su tipo de evaluación en el mundo. A través de un maniquí equipado con 122 sensores de calor y vestido con un traje elaborado con el Nomex, científicos estudian su resistencia al fuego. Las pruebas son realizadas con base en la norma ISO 13506, que evalúa el aguante de las prendas en un periodo de 3 a 4 segundos de exposición al fuego.
La fibra se muestra como una solución de materiales avanzados para el automovilismo, pero también lo hace en otras áreas industriales como para los cuerpos de bomberos, así como trabajadores que colaboran en empresas del sector energético que se valen de trajes desarrollados con la tecnología Nomex para mantenerse protegidos de posibles quemaduras y descargas eléctricas propias de sus actividades diarias.
Además de las aplicaciones del Nomex en la vestimenta de las fuerzas aéreas, se ha trabajado para poder emplearlo en motores, transformadores y generadores con la intensión de crear fibras más resistentes.
